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¿Cómo incorporamos el riesgo de disrupción a nuestro análisis de compañías?

Toda inversión conlleva un riesgo, y si alguna vez le presentan una inversión que supuestamente no los conlleva… tenga seguro que o no es una inversión o es una estafa. Dicho esto, tradicionalmente los gestores de fondos hemos tenido que incorporar una serie de riesgos a nuestros modelos que nos ayudan a calcular asuntos como los niveles de volatilidad y liquidez -como indicábamos en esta entrada de nuestro blog-, pero también si una compañía corre riesgo de que se deteriore su perfil de solvencia, o que incluso pueda ser incapaz de afrontar sus compromisos financieros (lo que se conoce como riesgo de impago). En los últimos años, ha aparecido un nuevo riesgo que hoy no puede estar más en boga, pues está contribuyendo enormemente a distinguir entre ganadores y perdedores en el entorno de pandemia en el que nos encontramos, y seguramente también en el futuro, con pandemia o sin ella.

Nos referimos al riesgo de disrupción tecnológica, que también abordamos en nuestra última Carta Semestral. En ella contamos que, de los últimos quince años, durante los primeros doce hemos tenido éxito al invertir en sectores tradicionales siguiendo el concepto de reversión a la media. Dicho de otro modo, comprando activos de calidad en un momento en el que están deprimidos, con la certeza de que en el futuro mejorarán y esto se reflejará en una cotización al alza que nos permita ganar dinero para nuestros clientes.

Sin embargo, la rápida evolución de la tecnología está provocando profundas transformaciones en tantas industrias que está alterando los fundamentales de muchas empresas, al provocar que muchos de los cambios que experimentan no sean coyunturales, o de tipo cíclico, sino estructurales. En pocas palabras, la disrupción tecnológica está condenando a la extinción a innumerables compañías, por lo que si invertimos en ellos esperando que el negocio mejore en el futuro corremos el riesgo de caer en una trampa de valor.

¿Qué sectores corren más riesgo de disrupción?

Hemos comentado en innumerables ocasiones a lo largo del último año que la pandemia de Covid-19 no ha hecho más que acelerar esos cambios tecnológicos, de modo que en un año hemos dado en muchos aspectos un salto de cinco o seis años naturales. La situación actual es un mercado que cada vez está más polarizado, en la dinámica de ‘ganadores y perdedores’, en la que el ganador se lo lleva todo. Por tanto, hoy es más importante que nunca realizar una tesis de inversión que sea capaz de incluir todos los riesgos que se han analizado de manera tradicional, y de incorporar los riesgos nuevos que está generando o acentuando el salto tecnológico.

Para que los inversores puedan entender la lógica de nuestro análisis, vamos a comentar brevemente a continuación dos sectores que creemos que sufrirán tal transformación que en unos años serán irreconocibles.

El primero de ellos es el de la automoción. La pandemia, con sus restricciones de movilidad, ha minado fuertemente las ventas de vehículos; no obstante, es de sobra conocido que el sector lleva años atravesando problemas por la caída de la demanda de automóviles debido a un cóctel de circunstancias que van desde el cambio en el estilo de vida de las generaciones más jóvenes (viven en núcleos urbanos, utilizan transporte público, prefieren comprarse un móvil de última generación a un vehículo) a la necesidad de reducir emisiones de esta industria para hacerla más sostenible.

Por tanto, podemos afirmar que el sector afronta un problema coyuntural -la caída de la demanda por la pandemia-, pero presenta importantes desafíos estructurales, del que destacamos especialmente la introducción del coche eléctrico, con el cambio de tecnología que ello supone y la entrada de nuevos competidores en este segmento.

Nosotros no estamos invertidos actualmente en este sector, y solo nos plantearíamos entrar en aquellas compañías que tengan avanzada su estrategia para el vehículo eléctrico siempre que cumplan con los otros criterios que exigimos a todas nuestras inversiones: una valoración adecuada, solvencia y visibilidad en el medio a largo plazo, entre otros aspectos.

El segundo sector que vamos a comentar es el financiero. Este sector también se ve afectado por dos problemas, pero en este caso consideramos que los dos son estructurales. Por un lado, el entorno lower for longer de tipos muy bajos o incluso negativos que ya lleva años vigente está erosionando continuamente la cuenta de resultados de las compañías financieras -particularmente bancos y aseguradoras-, al tiempo que les impide obtener las rentabilidades de antaño para sus carteras de inversión.

El segundo problema tiene que ver con la aparición de nuevos y agresivos competidores en el espectro fintech. Estas compañías ofrecen soluciones digitales a costes muy bajos y, con esta estrategia, poco a poco les van quitando cuota de mercado en las partes de negocio más rentables, generando una mayor competencia y presión en los precios. En este caso, llevamos años alejados del sector a pesar de su baja valoración actual, que consideramos más que justificada por los desafíos que afronta.

En Buy & Hold preferimos tomarnos nuestro tiempo para comprender bien los modelos de las compañías en las que invertimos y determinar si suponen una inversión rentable, ya sea para nuestras estrategias de renta variable como de renta fija. Preferimos comprar compañías preparadas para sobrevivir y adaptarse al nuevo entorno, y que sean capaces de generar interés compuesto para beneficiarnos de su crecimiento en el largo plazo.

Puede saber más sobre nuestros productos a través de nuestra página web o poniéndose directamente en contacto con nosotros a través de nuestro teléfono de atención al cliente: 900 550 440

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