Estimad@ lector@
Si tuviéramos que definir en una palabra la situación actual de los mercados, sería incertidumbre. El mes de marzo ha estado marcado por dudas en torno a las políticas arancelarias del presidente de EEUU, Donald Trump, que, si bien acaban de concretarse, previsiblemente abren una compleja oleada de negociaciones bilaterales que seguirá aportando volatilidad a los mercados. Asimismo, otro punto clave ha sido el radical cambio de política fiscal en Alemania.
En la renta variable, el efecto ha sido especialmente negativo en EEUU y en los sectores de crecimiento, con el peor comportamiento trimestral relativo de la bolsa americana frente al resto del mundo en más de 20 años. En la renta fija, ha supuesto un aumento de los diferenciales de crédito, especialmente en la deuda high yield, que ha visto un aumento de más de 70 puntos básicos frente al de 10 en los diferenciales de la deuda de grado inversión. En las divisas, el dólar se ha devaluado frente al resto de principales monedas, lo que rara vez coincide con caídas de la bolsa, ya que el dólar suele actuar como activo refugio en situaciones de tensionamiento.
Mientras que en Europa la inflación está bajando y situándose muy cerca del 2% -permitiendo, por tanto, que continúen las bajadas de tipos de interés por parte del BCE-, en EEUU tanto los datos como las expectativas de inflación muestran un fuerte repunte para los próximos meses, lo que está suponiendo que la Fed se esté planteando mantener los tipos altos o, incluso, subirlos en los próximos meses.
Además, este marzo, hemos asistido a un cambio radical de la política fiscal de Alemania, al punto de que ha reformado su Constitución -antes incluso de formar gobierno- para financiar inversiones en infraestructuras y defensa superando el límite del 0,35% de déficit y llegar a un gasto superior al ejecutado en los años de la Reunificación del país. Esto ha provocado una caída del bono alemán a 10 años de hasta el 2,5%, lo que ha disparado también la volatilidad en los bonos de gobierno.
Ante tanta incertidumbre, creemos que debemos mantener una cartera de renta fija bien construida en cuanto a riesgos de crédito, con una acotada exposición al riesgo de tipos de interés. Por esto, mantenemos una duración moderada de 2,4 y una rentabilidad media de cartera del 6,8%. Y, además, con un porcentaje de liquidez que rara vez tenemos, pues hemos cerrado el mes con cerca de un 9% a la espera de que se despejen algunas incertidumbres o veamos inversiones claras.
Los informes mensuales de nuestros fondos están disponibles ya en estos enlaces:
Informe mensual B&H Renta Fija FI
Informe mensual B&H Flexible LU
Informe mensual B&H Flexible FI
Informe mensual B&H Acciones FI
Informe mensual B&H Jubilación
Además, quedamos a tu disposición para cualquier consulta en nuestros cauces de comunicación habituales.