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¿Es imprescindible invertir en oro para tener una cartera diversificada?

En el momento de escribir estas líneas, vemos cómo la onza de oro marca un nuevo máximo histórico, al rozar los 1.950 dólares. El entorno de alta incertidumbre y destrucción del crecimiento económico que está provocando la crisis sanitaria del Covid-19 está dando alas al conocido como activo refugio por excelencia, hasta el punto de superar su máximo histórico anterior, registrado en el momento más oscuro de la crisis de la deuda soberana en 2011.

Las razones de los inversores para refugiarse en el metal amarillo son las de siempre: búsqueda de protección contra un hipotético repunte de la inflación y una devaluación de divisas – como efecto de las medidas de estímulo anunciadas por diversos bancos centrales- y descorrelación de otros activos del mercado para diversificar las fuentes de rentabilidad y riesgo de las carteras. A este respecto, en un artículo anterior de nuestro blog aportábamos las principales claves para entender cómo se debe diversificar correctamente una cartera (leer más).

Ahora bien, ¿es imprescindible refugiarse en el oro para disponer de una cartera correctamente diversificada? Nosotros pensamos que no, y menos cuando el metal amarillo está ya en máximos históricos.

En Buy & Hold somos firmes defensores de una gestión activa y con enfoque en el largo plazo. Confiamos en nuestros profesionales, que cuentan con una experiencia conjunta de más de 80 años operando en el mercado, para una correcta selección de títulos que permita remunerar a nuestros inversores por el riesgo que han asumido en un horizonte temporal de al menos cinco años. Nuestra experiencia nos lleva a defender que una selección precisa de acciones y bonos, respaldada por un sólido análisis fundamental, puede ayudar a construir carteras correctamente diversificadas sin necesidad de invertir en metales preciosos o activos alternativos.

Nuestro enfoque se centra en la búsqueda de calidad a precios razonables, en compañías que lideren sus respectivos nichos, que tengan altas barreras de entrada y presenten modelos de negocio sostenibles, un equipo directivo sólido y creíble y que además la valoración nos permita comprar con un margen de seguridad. Son compañías que conocemos al dedillo y que estamos dispuestos a mantener mucho tiempo en una cartera concentrada habitualmente en entre 40 y 60 títulos, ya sea en nuestra estrategia de renta fija, mixta o de renta variable.

La fuerte corrección vivida en mercados de renta variable y renta fija de todo el mundo durante el mes de marzo ha vuelto a poner a prueba nuestras convicciones. Como contábamos a nuestros clientes en nuestra última Carta Semestral, una de las maniobras que efectuamos consistió en concentrar todavía más nuestras carteras de acciones en aquellos valores que pensamos que van a resistir mejor en un mundo post covid, hasta el punto de llegar a tener a finales de marzo tan solo 25 nombres, frente a los más de 30 con los que había empezado el año.

En un contexto de fuerte corrección y pánico de los inversores, consideramos que la solución más inteligente consistía en concentrar nuestras posiciones en aquellos valores donde más convicción tenemos, dado que las ventas se estaban produciendo por igual en compañías vulnerables y compañías de alta calidad. También aprovechamos este contexto de ventas masivas para vender o reducir nuestra exposición a sectores que identificamos como más afectados por el Covid – aerolíneas, fabricantes de aeronáutica- y aprovechar las rebajas para comprar a precios razonables compañías que pensamos que serán ganadoras en el largo plazo, especialmente en el sector de medios de pago (Visa, Mastercard y Paypal).

A un tiempo, y a pesar de su exposición obvia al sector del turismo, uno de los más golpeados por la crisis sanitaria, hemos decidido mantener cuatro valores en cartera porque consideramos que no hay riesgo excesivo de deuda en sus balances y que presentan importantes ventajas competitivas que les permitirán ser rentables una vez que los avances científicos permitan controlar y tratar adecuadamente al virus y poco a poco el mundo se recupere de la pandemia. Como afirma el famoso gestor de Fidelity Peter Lynch, “la mejor empresa para comprar puede ser alguna que ya tienes en cartera”; nosotros creemos que en este caso sigue teniendo sentido mantener a Amadeus, Safran, Booking y Wizzai. Esta última es una posición pequeña, ya que varias de las razones por las que invertíamos en aerolíneas han desaparecido en los últimos meses.

Este es un ejemplo práctico de la filosofía que nos guía desde hace 15 años en Buy & Hold, dónde tratamos de preservar el capital de nuestros partícipes y maximizar la ecuación riesgo-rentabilidad en el largo plazo, gracias a los más de 80 años de experiencia acumulada de nuestros gestores.

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